Una flor clandestina

Al fondo del valle de Buston, en el centro de Bélgica, en una tierra húmeda, surcada por varios arrollos, entre alisos, sauces, álamos, encontramos esta flor desconocida :

Se trata de la lathrée clandestine. El nombre es una tautología, porque, por lo visto, lathrée quiere decir escondida. Crece parasitando los árboles que prosperan en ese tipo de suelos, lo que le permite no producir clorofila. En Bélgica, aparte del citado valle, se la encuentra en algunos puntos del Henao. En Francia estaría mejor representada y en Inglaterra, incluso, está cultivada.

Como no todos los días el naturista aficionado encuentra una flor nueva para él, y clandestina, hoy es un día de celebrar... clandestinamente.